Hola a todos,

           Como experta en Micropigmentación desde hace más de 20 años exijo las máximas prestaciones al equipo con el que trabajo y desde que conocí la máquina Stilus me enamore de ella.

            Un equipo de Micropigmentación, para un técnico, es su herramienta, al igual que un coche para el piloto de carreras. De nada sirve tener una buena técnica si la herramienta con la que tienes que trabajar no te ayuda a conseguir los resultados deseados.

            Algunos alumnos que acuden a mis cursos de realismo en cejas, donde se trabaja el pelo a pelo con una naturalidad extrema, intentan poner en práctica lo que han aprendido al volver a sus centros y me transmiten su pesar al no conseguir los resultados deseados. En la mayoría de los casos no es un problema de técnica, es un problema con la herramienta. Para diseñar y ejecutar una ceja pelo a pelo natural, con movimiento y con un efecto 3D se precisa una aguja de un diámetro y una confección especiales. Si no contamos con esa ayuda, la de la herramienta perfecta,  de nada sirven nuestras manos.

            Si deseamos vivir de la Micropigmentación, si nuestro objetivo son clientes satisfechos, debemos invertir en la herramienta. En mis cursos pongo un ejemplo gráfico con los establecimientos que ofertan café, cuyo principal activo es ese producto. De nada serviría que el establecimiento estuviera muy bien decorado, si ofrece cafés realizados en una melita ¿no?. Pues algo similar sucede cuando ofrecemos a nuestros clientes expectativas que no se van a cumplir, un centro bonito, bién decorado y al final le realizamos el trabajo de Micropigmentación con una máquina básica, traumática y como yo las llamo “de los picapiedra”.

            Nos vemos pronto, un fuerte abrazo para todos

Mar Díaz

Presidenta de la Asociación Nacional de Micropigmentación